El Consejo de Seguridad de la ONU analiza la situación del Sáhara Occidental en reunión cerrada
NUEVA YORK (Naciones Unidas) – En una sesión a puerta cerrada celebrada el miércoles por la tarde, el Consejo de Seguridad de la ONU discutió en profundidad la evolución de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO), en un momento crítico para el conflicto de descolonización más antiguo en África. Bajo la presidencia de Suiza, el Consejo analizó las recientes actividades y avances en el terreno, mientras se evaluaba la posibilidad de extender el mandato de la misión, que desempeña un papel clave en el mantenimiento de la paz en la región.
El enviado personal del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, presentó un detallado informe ante los miembros del Consejo. De Mistura, quien ha estado mediando entre las partes, compartió los resultados de sus actividades durante los últimos meses, haciendo especial mención de su visita al Frente Polisario el pasado 3 de octubre. Durante su intervención, ofreció una evaluación sobre la viabilidad de las negociaciones y subrayó la necesidad de mantener abiertas las vías de diálogo entre las partes en conflicto: Marruecos y el Frente Polisario, el movimiento independentista saharaui.
Por su parte, Alexander Ivanko, Representante Especial del Secretario General y Jefe de la MINURSO, brindó una presentación sobre la situación actual en el terreno, incluyendo las condiciones de seguridad, los desafíos logísticos y la evolución del conflicto en la zona de operaciones. Ivanko subrayó la importancia del mandato de la MINURSO, cuyo propósito es supervisar el alto el fuego y facilitar la organización de un referéndum sobre la autodeterminación del pueblo saharaui, una promesa que sigue sin cumplirse desde su creación en 1991.
La reunión se produjo justo un día después de que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, publicara su informe anual sobre la situación en el Sáhara Occidental. En su informe, Guterres destacó que es «más urgente que nunca» alcanzar una solución política «justa, duradera y mutuamente aceptable» que permita la autodeterminación del pueblo saharaui, en línea con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad. El informe, además, recomendaba que el mandato de la MINURSO fuera prorrogado por un año más, ante la falta de avances sustanciales en las negociaciones y el estancamiento del proceso de paz.
En paralelo a estos desarrollos, el presidente saharaui, Brahim Ghali, envió una carta a Guterres en la que expuso la postura del Frente Polisario respecto a varios puntos mencionados en el informe del secretario general. En la carta, Ghali recalcó que la cuestión del Sáhara Occidental sigue siendo reconocida por las Naciones Unidas como un proceso de descolonización, al que le aplica la Resolución 1514 de la Asamblea General de la ONU, que se refiere a la Declaración sobre la concesión de independencia a los países y pueblos colonizados.
Ghali insistió en que cualquier solución al conflicto debe respetar plenamente el derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia. En su carta, también señaló que las recomendaciones de Guterres, que hacen un llamamiento a abstenerse de imponer condiciones previas para el diálogo, representan un claro mensaje a Marruecos, cuyo gobierno ha sido acusado de establecer obstáculos para avanzar en el proceso de paz. Esta postura, según Ghali, contraviene el espíritu de las negociaciones y fue reiterada recientemente por el jefe de gobierno marroquí durante su intervención ante la Asamblea General de la ONU el mes pasado.
El Sáhara Occidental, una vasta región rica en recursos naturales, ha sido el centro de un prolongado conflicto desde 1975, cuando España, su antigua potencia colonial, se retiró del territorio. Marruecos anexionó gran parte del Sáhara Occidental, lo que desató una guerra con el Frente Polisario, respaldado por Argelia. A pesar del alto el fuego logrado en 1991, el referéndum prometido nunca se ha llevado a cabo, lo que ha generado un estancamiento político y una situación de tensión constante en la región.
A medida que las tensiones se incrementan, tanto en el plano diplomático como sobre el terreno, la comunidad internacional sigue buscando una solución que logre equilibrar los intereses de las partes en conflicto. La MINURSO, una de las misiones más longevas de la ONU, desempeña un papel fundamental para evitar un nuevo estallido de violencia, pero su futuro depende de la capacidad del Consejo de Seguridad para alcanzar un consenso sobre cómo avanzar en el proceso de paz.
Por el momento, se espera que el Consejo de Seguridad vote próximamente sobre la prórroga del mandato de la MINURSO, mientras continúa el debate sobre el destino del Sáhara Occidental, una de las últimas colonias pendientes de descolonización en África.