Bir Lehlu, 6 de noviembre de 2024 – En una contundente declaración, el Gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) reaccionó al reciente discurso del Rey de Marruecos en el aniversario de la llamada «Marcha Verde». A través de un comunicado emitido por el Ministerio de Información, la RASD criticó el mensaje del monarca marroquí, acusándolo de desvirtuar los hechos históricos y jurídicos que respaldan la cuestión del Sáhara Occidental como un proceso de descolonización no concluido.
La RASD señala que el discurso del rey marroquí pretende confundir a la opinión pública marroquí e internacional, recurriendo a «falacias y engaños» sobre la situación en el Sáhara Occidental. En el comunicado, el gobierno saharaui describe el discurso como una «escalada retórica» que revela la intransigencia del régimen marroquí ante las resoluciones internacionales y acusa a Marruecos de buscar desviar la atención interna de la “profunda crisis estructural” que atraviesa el país.
La “Marcha Verde” y las Demandas de Autodeterminación
En el marco del aniversario de la «Marcha Verde», la RASD reiteró que dicho evento, realizado en 1975, fue una maniobra para encubrir la ocupación militar del Sáhara Occidental, territorio que la ONU reconoce como pendiente de descolonización. La declaración de la RASD insiste en que la ocupación marroquí viola los derechos del pueblo saharaui, que sigue demandando su derecho a la autodeterminación. Este derecho, afirma el gobierno saharaui, «no puede ser confiscado bajo ninguna circunstancia».
El comunicado hace referencia a los intentos de Marruecos de obstaculizar el proceso de paz mediado por la ONU, que incluye un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui, y denuncia las propuestas alternativas del gobierno marroquí como «soluciones muertas» que carecen de legitimidad. Según el gobierno saharaui, Marruecos teme el resultado de un referéndum que permitiría al pueblo saharaui expresar su voluntad sobre su futuro político, lo que ya fue proclamado en 1976 con la fundación de la República Árabe Saharaui Democrática.
Críticas a la Ocupación y el “Desarrollo” en el Sáhara Occidental
El comunicado también cuestiona las afirmaciones del Rey de Marruecos sobre un supuesto «renacimiento del desarrollo» en las áreas ocupadas del Sáhara Occidental. La RASD califica estas declaraciones como una “gran mentira”, argumentando que la única realidad en estas zonas es una política de represión, confiscación de tierras, explotación de recursos naturales y violaciones a los derechos humanos.
La RASD señala que, lejos de impulsar el desarrollo, la ocupación ha llevado a los saharauis a sufrir desplazamientos forzados y pobreza, mientras Marruecos continúa extrayendo recursos naturales sin el consentimiento del pueblo saharaui. En este sentido, la reciente decisión del Tribunal de Justicia Europeo (TJE) –que limita los acuerdos comerciales entre la Unión Europea y Marruecos que incluyan recursos saharauis– es un paso significativo hacia el respeto del derecho internacional, dice el gobierno saharaui. La RASD advierte a los países europeos que involucrarse en acuerdos económicos con Marruecos respecto a los recursos del Sáhara Occidental podría acarrear consecuencias legales.
“La Ocupación es Temporal; La Lucha Saharaui es Permanente”
El Gobierno saharaui enfatizó que la ocupación marroquí del Sáhara Occidental es una situación temporal, mientras que la existencia de la RASD es una “verdad inmutable e irreversible”. El comunicado subraya que el pueblo saharaui ha forjado su identidad y su reclamo de independencia a través de una larga historia de resistencia, y asegura que el pueblo saharaui seguirá luchando hasta lograr la restauración completa de su soberanía.
La RASD cerró su mensaje con una advertencia al régimen marroquí: «Ha llegado el momento de que el régimen invasor marroquí se dé cuenta de que ni él ni quienes lo respaldan pueden hacer retroceder la rueda de la historia». La declaración finaliza afirmando que el pueblo saharaui continuará su lucha por todos los medios legítimos hasta alcanzar su independencia total y la soberanía sobre todo el territorio de la República Árabe Saharaui Democrática.