19 de noviembre de 2024 – El Observatorio Saharaui para el Seguimiento de los Recursos Naturales ha expresado su rechazo a la decisión de la aerolínea Ryanair de establecer vuelos directos entre Dajla, en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, y destinos como Madrid y Lanzarote, en las Islas Canarias. En una carta dirigida al director general de la compañía, Michael O’Leary, el Observatorio instó a Ryanair a reconsiderar estos planes de expansión.
La organización manifestó su «profunda preocupación» y advirtió que estas operaciones constituirían una violación del derecho internacional, señalando que el Sáhara Occidental sigue siendo considerado un territorio no autónomo bajo ocupación marroquí. Según el Observatorio, esta iniciativa de Ryanair contradice el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación y su soberanía sobre los recursos naturales de su territorio.
En su carta, el Observatorio recordó que organismos internacionales como la ONU, la Corte Internacional de Justicia y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) han confirmado en varias ocasiones que Marruecos no tiene soberanía sobre el Sáhara Occidental. De hecho, el TJUE, en una sentencia de 2018, excluyó explícitamente al Sáhara Occidental del acuerdo de aviación civil entre Marruecos y la Unión Europea, marcando una distinción jurídica entre ambos territorios.
La denuncia también destacó que la cuestión del Sáhara Occidental continúa en la agenda del Comité de Descolonización de la ONU, lo que refuerza el carácter no autónomo del territorio y la necesidad de respetar los derechos de su pueblo.
Finalmente, el Observatorio Saharaui animó a Ryanair a dialogar directamente con el Frente Polisario y los representantes saharauis para garantizar que cualquier futura operación en el territorio cumpla con el derecho internacional y los derechos del pueblo saharaui.
Esta acción se suma a los esfuerzos del Observatorio por alertar sobre la explotación de recursos y actividades económicas en el Sáhara Occidental que no cuentan con el consentimiento del pueblo saharaui, intensificando así la presión sobre actores internacionales para que respeten los principios del derecho internacional.
