El más reciente asesoramiento de viaje del gobierno británico, recogido por The Independent, revela una inconsistencia tan política como peligrosa. Mientras el Ministerio de Asuntos Exteriores (FCDO) advierte contra viajar a ciertas zonas del Sáhara Occidental, no emite advertencia alguna sobre Marruecos, pese al conflicto armado reanudado y a la creciente agitación interna.
Esta contradicción no es un simple descuido. Es un caso evidente de blanqueamiento diplomático, en el que las alianzas estratégicas se imponen sobre la transparencia, la seguridad y el derecho internacional.
Blanqueo de una ocupación
El FCDO se refiere a zonas del Sáhara Occidental como “controladas por Marruecos”, evitando mencionar lo evidente: están ocupadas militarmente por Marruecos. Ningún país del mundo reconoce la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. El Tribunal Internacional de Justicia, la ONU y el Tribunal de Justicia de la UE lo han dejado claro: el pueblo saharaui tiene derecho a la autodeterminación, y la ocupación viola el derecho internacional.
Nombrar la ocupación como “control” es, en los hechos, ofrecer cobertura política a Marruecos.
Ignorando la reanudación de la guerra
Desde el colapso del alto el fuego en noviembre de 2020, el conflicto entre el Frente Polisario y Marruecos se ha reanudado. El gobierno saharaui (RASD) ha declarado formalmente que hay guerra en curso, especialmente cerca del muro militar conocido como el Berm.
Y sin embargo, el Reino Unido no ha actualizado su asesoramiento de viaje para reflejar este cambio fundamental. No menciona que hay hostilidades activas en curso.
Ojos cerrados ante la represión marroquí
El FCDO sigue considerando Marruecos como un destino estable. Pero eso es falso.
En los últimos dos años, Marruecos ha vivido protestas masivas por la pobreza, el autoritarismo y la corrupción. Las fuerzas de seguridad han respondido con detenciones arbitrarias, represión a periodistas y cárcel para los líderes del Hirak del Rif.
Nada de esto aparece en el asesoramiento oficial.
Lógica colonial y geopolítica moderna
Esta doble vara refleja una lógica colonial aún vigente: los estados “reconocidos” son considerados seguros aunque repriman; los movimientos de liberación como el saharaui son retratados como peligrosos.
Conclusión: política, no protección
El asesoramiento de viaje británico no es una herramienta neutral. Es una extensión de su política exterior. Sirve para proteger a Marruecos, silenciar al pueblo saharaui, y evitar conflictos diplomáticos.
Si el Reino Unido respeta los derechos humanos, debe dejar de manipular la realidad. Y debe decir la verdad, aunque moleste a sus aliados.
