Cerca de 300 representantes de delegaciones internacionales asisten al 16º Congreso del Frente Polisario
brasildefato.com.- El Frente Polisario, la organización política que lidera el pueblo del Sáhara Occidental, deja claro que además de hacer frente con las armas a la invasión de Marruecos, lucha también contra la invisibilización de su causa. Durante 30 años, los saharauis esperaron que se dieran las condiciones diplomáticas para celebrar un referéndum popular que consultara a la población de unas 600.000 personas sobre el control político de su territorio. Al igual que la consulta popular nunca tuvo lugar, el pueblo saharaui afirma que su causa cayó en el olvido en el seno de las Naciones Unidas (ONU).
Por este motivo, además de los 2.000 delegados saharauis, unas 300 personas de diferentes partes del mundo se desplazaron a la ciudad de Tinduf, en Argelia, para seguir el 16º Congreso del Frente Polisario del 13 al 17 de enero.
Dajla, Auserd, Aaiun, Bujador, Smara son los nombres de los cinco campamentos que albergan a unos 260.000 refugiados saharauis, expulsados de su tierra por el ejército marroquí. Los nombres hacen referencia a las ciudades más grandes del Sáhara Occidental y son llamadas Wilayas (estados) por los saharauis, incluso cada una tiene un gobernador designado, así como representantes en el Parlamento saharaui, formado por 101 congresistas elegidos por votación popular.
«Las Naciones Unidas no fueron lo suficientemente firmes para exigir la aplicación de los planes de paz firmados con Marruecos. Ya hemos encontrado la solución, que fue el referéndum que firmamos, así que el acuerdo que se firmó debe ponerse en práctica», argumenta el primer ministro del Sáhara Occidental, Bucharaya Beyun.
Francia y Estados Unidos, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, serían los principales aliados de Marruecos para frenar el avance de la causa saharaui en los debates internos del organismo. El Reino de Marruecos exige que los marroquíes que viven en la zona saharaui ocupada ilegalmente desde 1975 también voten en la consulta.
Además, aunque la ONU reconoce al Sáhara Occidental como territorio autónomo desde 1963, la Misión de Paz de la ONU para el pueblo saharaui (MINUSRO), creada en 1991, es la única que no tiene autoridad para actuar en defensa de los derechos humanos.
España, que mantuvo el Sáhara Occidental como colonia hasta 1975, sigue siendo considerada la potencia administradora en el conflicto armado entre saharauis y marroquíes. Con el ascenso del gobierno del Partido Socialista Obrero de Pedro Sánchez, se esperaba que el gobierno español fuera más favorable al bando saharaui, sin embargo Sánchez rompió con la neutralidad y se alineó con el Reino de Marruecos.
:: Historia: La Unión Europea anula los acuerdos con Marruecos y reconoce los derechos del Sáhara Occidental ::
La influencia del gobierno marroquí llega también a otros países europeos. El pasado martes (16), el Parlamento Europeo aprobó iniciar los trámites para retirar la inmunidad parlamentaria a dos eurodiputados, Marc Tarabella y Andrea Cozzolino. Están implicados en el llamado Qatar-Morocco Gate, un caso en el que al menos seis eurodiputados son sospechosos de haber recibido alrededor de 1,5 millones de euros en sobornos de los gobiernos qatarí y marroquí para operar en su nombre.
Tarabella fue vicepresidente de la Delegación para las Relaciones con la Península Arábiga y miembro de la comisión de investigación sobre el programa informático de espionaje israelí Pegasus, que habría comprometido a Marruecos.
Las delegaciones europeas que asisten al Congreso del Frente Polisario entienden que parte de su labor solidaria consiste en presionar a sus gobiernos a nivel institucional.
«Lo que queremos es que el gobierno portugués sea más activo en relación con la situación del Sáhara Occidental, que intervenga en Naciones Unidas para que haya un referéndum lo antes posible para que el pueblo pueda votar por su autodeterminación», afirma Luísa Teotonio Pereira, representante de la Asociación de Amistad de Portugal con el Sáhara Occidental.
Además de presionar al gobierno portugués, Luísa Pereira afirma que la asociación también pretende articular actividades relacionadas con la causa saharaui con otros países de habla portuguesa.
«Hay tres países [de habla portuguesa] que reconocen a la República Árabe Saharaui Democrática, que son Angola, Mozambique y Timor Oriental, y esperamos que Brasil sea ahora más activo en esta cuestión», declaró.
Brasil estuvo representado en el Congreso por el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), que debate formas de contribuir a la educación política y a la producción de alimentos.
«Vuelvo con la misión de compartir lo que hemos visto aquí con los demás compañeros y ayudar en lo que haga falta», dice Ayala Ferreira, dirigente nacional del MST. «No hay distanciamiento, al contrario, vemos que tenemos muchos aspectos comunes, de pueblos que luchan contra las diversas opresiones de la sociedad capitalista».
El líder del movimiento independentista de Puerto Rico, Julio Muriente Pérez, también demuestra que hay más puentes que unen a los pueblos del Sur Global.
«Al llegar aquí vimos que somos la única delegación procedente de otra colonia. Sabemos que a estas alturas de la historia ya no hay muchas colonias en el mundo, pero es importante reconocer que sigue habiendo una situación de colonialismo vigente: en distintos continentes, bajo dominación de distintas potencias, pero existe», denuncia.
Durante el Congreso, el profesor de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico propuso la creación de un frente anticolonialista entre Puerto Rico y el Sáhara Occidental.
«El denominador común entre el pueblo puertorriqueño y el saharaui es el derecho a la autodeterminación. Queremos que el mundo sepa lo que está ocurriendo, no para que sientan lástima por el pueblo saharaui o por Puerto Rico, sino para que aplaudan el enorme esfuerzo que están haciendo para superar la condición de colonia», afirmó.
Con el auge de una nueva «ola rosa» de gobiernos progresistas en América Latina y el Caribe, el Frente Polisario espera aumentar la creación de asociaciones de apoyo a la causa saharaui, promoviendo brigadas de solidaridad y abriendo embajadas en los países que reconocen a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).






