Manifestaciones masivas y comunicados del Frente Polisario y organizaciones de derechos humanos denuncian la propuesta de Washington como una violación del derecho internacional.
Una respuesta nacional unánime
Miles de saharauis han salido a las calles en las distintas wilayas y dairas de los campamentos de refugiados de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y también en las ciudades ocupadas del Sáhara Occidental, respondiendo al llamado del deber nacional.
Mujeres, jóvenes y ancianos se unieron para expresar su rechazo absoluto a la propuesta de los Estados Unidos, que busca imponer el plan de autonomía marroquí como única salida política al conflicto.
Las manifestaciones, con cientos de banderas saharauis y pancartas reclamando el derecho a la autodeterminación, se han convertido en una auténtica muestra de unidad, resistencia y dignidad del pueblo saharaui frente a los intentos de legalizar la ocupación.
También en las zonas ocupadas
A pesar de la represión y el control marroquí, manifestaciones y actos simbólicos se registraron en El Aaiún, Dajla, Smara y Bojador, donde los activistas saharauis —bajo vigilancia policial— alzaron sus voces en defensa de la autodeterminación.
Diversas ONGs de derechos humanos, entre ellas la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos (ASVDH) y el Colectivo de Defensores Saharauis de Derechos Humanos (CODESA), expresaron su rechazo al proyecto de resolución estadounidense, señalando que representa una grave amenaza a los principios del derecho internacional y una traición al proceso de descolonización que Naciones Unidas debe garantizar.
Desde estas ciudades, activistas han denunciado represalias y arrestos tras las protestas, recordando que “ni la ocupación ni el miedo podrán silenciar la verdad del Sáhara”.
La posición firme del Frente Polisario
En anteriores comunicados, el Frente Polisario dejó clara su postura: no participará en ningún proceso político ni negociación que se base en el contenido del proyecto de resolución estadounidense presentado ante el Consejo de Seguridad.
En un comunicado difundido hoy, el movimiento saharaui “subraya enfáticamente que la paz justa y duradera en nuestra región nunca puede lograrse recompensando el expansionismo y la adquisición de territorios por la fuerza”, afirmando que solo será posible “defendiendo los principios fundamentales del derecho internacional, incluido el derecho inalienable de los pueblos a ejercer la libre determinación en condiciones de libertad, imparcialidad y transparencia, y sin injerencia externa”.
El Frente Polisario recuerda además que el pueblo saharaui ya decidió su destino en 1976 con la proclamación de la RASD, y que ninguna potencia tiene derecho a redefinir su soberanía.
Un proyecto de Washington bajo crítica internacional
La propuesta estadounidense, impulsada por la delegación de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU, plantea que las futuras negociaciones se realicen exclusivamente en torno al plan de autonomía marroquí, excluyendo la opción de independencia del referéndum de autodeterminación.
Entre los puntos más polémicos se incluyen:
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La extensión condicionada de la misión de la MINURSO hasta enero de 2026.
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La definición del plan marroquí como “la única solución viable”, en clara contradicción con las resoluciones de la ONU que reconocen el derecho del pueblo saharaui a decidir libremente su futuro.
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La presión diplomática sobre los países miembros del Consejo de Seguridad para forzar un consenso político en torno a la propuesta marroquí.
Organizaciones internacionales y observadores han advertido que el proyecto de Washington pone en riesgo la neutralidad de la ONU y “recompensa la ocupación militar de un territorio pendiente de descolonización”.
Una lucha que no se rinde
Las manifestaciones, tanto en los campamentos como en las zonas ocupadas, enviaron un mensaje rotundo: el pueblo saharaui no cederá ante la presión ni las soluciones impuestas.
Las voces que hoy resonaron en Smara, Bojador o Ausserd no pedían compasión, sino justicia.
“Mientras quede un saharaui vivo, nadie decidirá por nosotros”, repetían los manifestantes.
El rechazo al proyecto estadounidense no es solo una posición política, sino una defensa del principio de soberanía y dignidad nacional que el pueblo saharaui mantiene desde hace casi medio siglo de resistencia.






